¿Algo más que recortes?

Bicicletas, lámparas, sombrillas, envases, dulces, bolígrafos… Algo habrá que fabricar para crear riqueza. ¿O nos vamos a quedar con los recortes como única receta contra la crisis? Conozco un pueblo andaluz que tenía dos fábricas de pasteles, Cerro y Caballero, que daban ocupación a cuarenta personas y surtían de magdalenas, perrunas y cruasanes a decenas de cafeterías de Madrid. Hace unos años cerraron. Hubo un tiempo en el que España fabricaba bicicletas, motos, electrodomésticos, coches… Ahora, a lo sumo, ensambla piezas que otros fabrican.

El motor del coche en el que hemos viajado durante décadas dejó de funcionar hace cuatro años y desde entonces nos afanamos exclusivamente en aligerar el chasis y el equipamiento. Sobran los intermitentes, el espejo retrovisor es excesivo, las ruedas demasiado anchas, el parachoques endeble. Y echarse la culpa unos a otros. Zapatero y Rajoy son los culpables. Los mercados financieros también. No, es el peso de las administraciones. Los jubilados son un lastre. Los sindicatos sobran. El trabajador es poco productivo.

Lo cierto es que la locomotora dejó de funcionar y andamos ocupados en soltar vagones. Si seguimos así podemos vender hasta los raíles, pero el convoy seguirá sin reemprender la marcha mientras no sustituyamos el tractor. Obviamente, cuando no hay ingresos es urgente cerrar el grifo de los gastos. Pero inmediatamente es necesario buscar nuevas vías para allegar recursos o estaremos administrando miseria durante el resto de nuestras vidas.

Por eso es perentorio empezar a preguntarnos si alguien tiene un proyecto viable para la economía española a medio o largo plazo. Descartado el ladrillo, ¿a qué nos vamos a dedicar a partir de ahora? ¿Sólo al recorte? ¿Y esperar que alguien venga a sacarnos las castañas del fuego? Es un clásico echarle a culpa al vecino (Merkel, los mercados) cuando alquien tiene un problema doméstico. Nuestro problema es que nadie tiene idea de qué hacer para crear nueva riqueza que nos permita enfrentarnos al futuro con alguna esperanza. Ni el Gobierno ni la oposición, ni los empresarios ni los trabajadores. Nadie. Eso es lo que castigan los mercados. La prima de riesgo es el termómetro que mide nuestro grado de impotencia, mediocridad, pasividad. Pero ni eso sabemos ver. Mal asunto.

 

Acerca de josebejarano

Periodista andaluz
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2 respuestas a ¿Algo más que recortes?

  1. Mariano dijo:

    Pepe, ya nos lo están solucionado los listos de la derechona del país: ¡al juego!

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